Algeciras es una ciudad aburrida y deprimente en lo que se refiere a su oferta cultural por mucho que se empeñe nuestro alcalde en vendernos la moto de que vivimos en una ciudad moderna,universitaria,cultural y turística.

Además hay una obsesión malsana en perseguir a todo lo que huela a manifestación cultural fuera de los circuitos oficiales.Cerraron el «Sonora» tras acoso y derribo siguiendo igual suerte que años antes corriera el impagable café de «El Paseante» donde se disfrutaba de poesía alternativa,música experimental y cine para minorías que sucumbió a la campaña orquestada por un influyente vecino que se quejaba del insoportable ruido que procedía del local y que propició que en sus últimos días de resistencia llegaran a tener hasta el mando de la tele precintado por la policía.

Ante tal desolador panorama hay que agradecer que existan locales como el café del Artesano que se devanan los sesos en organizar una refrescante agenda de interesantes y sugerstivos actos culturales entre los que destacan las funciones de teatro alternativo que tienen lugar los viernes por la noche pero que también han acogido recitales de poesía,actuacioneas de cantaores de flamenco como la magnífica que protagonizara «El Porda» y su grupo,exposiciones pictóricas como las del Leto o la de Nico Vázquez,vanguardistas,experimentales y llenas de provocaciones y de sugerencias,así como el taller de cerámica donde se imparten clases diarias.

Pero hoy quiero centrarme en esas sorprendentes funciones de teatro que no existen para la prensa local porque al tener lugar los viernes por la noche no cuenta con cobertura periodística porque no son horas laborables para los profesionales de la prensa cultural que gozan de todo mi respeto y admiración pero que se encuentran desbordados por una nefasta política empresarial donde se presta atención sólo a lo que vende,léase deportes,política y sucesos y que apenas dedica espacio ni tiempo a la cultura y que a pesar de todo congrega a un nutrido y variopinto público,que salvo contadas excepciones,se entregan en cuerpo y alma a disfrutar de la obra implicándose maravillosamente en ellas.

Especialmente brillante fue la representación de «Erase una vez un rey» que me pareció mordaz,ácida pero hilarante al mismo tiempo,crítica pero amable,imaginativa y llena de inteligentes alusiones y de lecturas diversas y enriquecedoras.Toda una crítica irónica y certera a los distintos regímenes políticos que bajo una pátina de humor encerraba todo un mensaje de amargura y frustración.Magníficos los tres actores,tan magistrales en sus papeles que incluso consiguieron que el público pensara en algunos momentos que estaban discutiendo entre ellos de verdad cuando todo formaba parte de la obra.

Magnífica radiografía de las principales formas de gobierno:monarquía,democracia y dictadura con sus virtudes y sus defectos y que sólo tienen una cosa en común:todas acaban engañando al pueblo,beneficiando al rico y poderoso y perjudicando al pobre y oprimido.

Ambiente de complicidad y de efervescencia cultural donde se palpaban las ganas de disfrutar con la creatividad y donde se aplaudió a rabiar los mensajes antibelicistas de la obra.Poetas como Julia Guerra,Paqui Galán,Stewart Mundini o éste que les habla, pintores como el Leto o Nico,gente del mundillo cultural como Juan,María y Jorge del Aguila,músicos como Fran Alarcón,y gente de todo pelaje y condición hermanados por su amor a la cultura y su ansia de buscar la belleza allá donde se esconda son los consumidores de estas atractivas propuestas que espero y confío que perseveren en el tiempo.

En definitiva una velada inolvidable que vino a paliar la nula agenda cultural institucional del viernes noche algecireño.Lamentable.

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